Una materia pendiente: la seguridad en los museos
Por Javier Palma.
La seguridad en los museos es un aspecto fundamental que no solo protege las obras de arte, sino que también salvaguarda la integridad del público y del personal. En Paraguay, la historia reciente ha evidenciado la vulnerabilidad de estas instituciones ante robos y actos vandálicos, lo que subraya la necesidad de implementar medidas de seguridad efectivas.
Los museos son custodios del patrimonio cultural y artístico de una nación. En Paraguay, el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) es un ejemplo emblemático que alberga una colección diversa, desde obras europeas hasta piezas locales que reflejan la evolución del arte en el país. Sin embargo, la seguridad de estas colecciones es crítica. La protección de estos espacios implica además de la prevención de robos, la protección de las obras en cuanto a daños accidentales, vandalismo y otras eventualidades.
Estrategias de seguridad necesarias
Para garantizar la seguridad en los museos, se deben considerar varias estrategias:
• Instalación de sistemas de videovigilancia: Estos sistemas son esenciales para monitorear las instalaciones y actuar como un disuasivo contra posibles robos o vandalismo. La tecnología actual permite una vigilancia discreta y eficaz.
• Personal capacitado: La presencia de guardias de seguridad entrenados es crucial. Estos profesionales deben conocer los puntos vulnerables del museo y estar preparados para actuar en caso de incidentes.
• Controles periódicos de inventario: Realización de auditorías regulares ayuda a identificar piezas faltantes o dañadas, lo que permite tomar medidas correctivas rápidamente.
• Restricción de acceso a áreas sensibles: Limitación del acceso a zonas donde se almacenan obras valiosas puede prevenir robos internos y daños accidentales.
A la luz de varios incidentes recientes que han resaltado la vulnerabilidad de estas instituciones, la seguridad de los museos paraguayos se ha vuelto un tema crítico. A continuación abordaré los hechos más significativos en términos de seguridad tanto en el MNBA como en el Museo Monseñor Juan Sinforiano Bogarín.
El asalto del Museo de Bellas Artes
El robo más significativo en la historia del arte paraguayo ocurrió en 2002, cuando cinco valiosas obras fueron sustraídas del MNBA por una banda criminal que accedió al museo a través de un túnel. Este evento no solo dejó una marca en el patrimonio cultural del país, sino que también puso en evidencia las deficiencias en las medidas de seguridad existentes. Entre las obras robadas se encontraban piezas atribuidas a maestros como Gustave Courbet y Bartolomé Esteban Murillo.
En respuesta a este acontecimiento, el MNBA ha realizado exposiciones como "El Robo del Siglo", donde artistas reinterpretan las obras perdidas, creando conciencia sobre la importancia de proteger el patrimonio cultural. Esta muestra no solo sirve como homenaje a las obras sustraídas, sino también como un recordatorio sobre la necesidad urgente de optimizar la seguridad en los museos.
La experiencia del MNBA demuestra que sin una estrategia sólida de seguridad, el patrimonio cultural está en riesgo. Por lo tanto, es esencial que tanto las autoridades como los gestores culturales prioricen la implementación de protocolos robustos para garantizar la protección efectiva de nuestras riquezas artísticas. En ese sentido, la seguridad no debe ser vista como un gasto, sino como una inversión necesaria para preservar nuestra historia y cultura para las futuras generaciones. Aunque este robo se produjo hace varios años, su impacto sigue resonando en las discusiones actuales sobre la seguridad en las instituciones culturales.
El hurto del Museo Monseñor Juan Sinforiano Bogarín
El Museo Monseñor Juan Sinforiano Bogarín, ubicado en el centro de Asunción, sufrió un robo el 10 de marzo de 2024. Se sustrajo una gola de oficial de guardia que perteneció al Gral. Francisco Isidoro Resquín, una reliquia significativa de la Guerra contra la Triple Alianza. El director del museo, Hugo Fernández, indica que la vitrina donde se encontraba el objeto no tenía candado y que las cámaras de seguridad no cubrían esa área específica, lo que permitió que el robo ocurriera sin ser detectado. Fernández reconoce que el museo es vulnerable debido a la falta de un sistema de seguridad adecuado y a la escasez de personal, lo que dificulta el monitoreo durante visitas de grupos grandes
Ambos casos dan cuenta de que la inversión en seguridad para museos es indiscutiblemente alta, pero es una necesidad imperante. No solo se trata de proteger las obras de arte contra robos; también es crucial para prevenir accidentes que pueden involucrar al público o al personal no entrenado. La falta de medidas adecuadas puede resultar en pérdidas irreparables para la cultura y la identidad nacional.
Reflexiones sobre la seguridad en los museos
Estos incidentes subrayan la necesidad urgente de mejorar las medidas de seguridad en los museos paraguayos. La falta de recursos y personal capacitado puede llevar a situaciones donde piezas valiosas y culturalmente significativas estén en riesgo. Además, estos robos no solo afectan a las instituciones y su patrimonio, sino también a la identidad cultural del país.
La implementación de sistemas de seguridad robustos y la capacitación del personal son pasos críticos para proteger estas colecciones. La experiencia del Museo Monseñor Juan Sinforiano Bogarín resalta cómo una simple falta de atención a los detalles puede resultar en pérdidas irreparables.
Finalmente, la protección del patrimonio cultural es un desafío continuo para los museos en Paraguay. A medida que surgen nuevos casos de robos y vandalismo, es fundamental que las autoridades y los gestores culturales tomen medidas proactivas para fortalecer la seguridad. La inversión en sistemas adecuados no solo protege las obras, sino que también asegura un entorno seguro para los visitantes y el personal. Es esencial reconocer que, aunque estas medidas pueden ser costosas, son necesarias para preservar la historia y cultura del país para las futuras generaciones.